Cita bíblica:
«Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» – Lucas 18:14b
Reflexión:
En nuestra sociedad actual, se valora mucho la auto-promoción y la búsqueda de reconocimiento y fama. Sin embargo, como cristianos, estamos llamados a vivir una vida de humildad, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesús.
En este pasaje, Jesús cuenta una parábola sobre dos hombres que van al templo a orar. Uno de ellos es un fariseo, quien se enaltece a sí mismo y presume de sus buenas acciones. El otro es un publicano, quien se humilla ante Dios y pide su misericordia.
Jesús nos enseña que aquel que se enaltece será humillado, pero aquel que se humilla será enaltecido. La humildad es una virtud muy importante en la vida cristiana, porque nos permite reconocer nuestra dependencia de Dios y poner nuestra confianza en él.
Como cristianos, debemos seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesús, quien se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte en la cruz. Debemos aprender a poner nuestras necesidades y deseos a un lado, y buscar la voluntad de Dios en todas las áreas de nuestra vida.
La humildad también nos permite relacionarnos mejor con los demás. Cuando somos humildes, reconocemos el valor de cada persona y tratamos a los demás con respeto y amor. La humildad nos permite ser mejores amigos, cónyuges, padres y líderes en nuestra comunidad.
Oración:
Querido Dios, te pedimos que nos ayudes a vivir una vida de humildad, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesús. Ayúdanos a reconocer nuestra dependencia de ti y a poner nuestra confianza en ti en todas las áreas de nuestra vida. Ayúdanos a ser humildes en nuestra relación con los demás, reconociendo el valor de cada persona y tratando a los demás con amor y respeto. Te pedimos que nos des la fuerza y la sabiduría para vivir una vida de humildad y servicio a los demás. Amén.
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